Las más comunes son las dificultades en la comunicación y en la comprensión del lenguaje, entienden el lenguaje de manera literal, sin entender las bromas, y un porcentaje elevado de niños no llegan a hablar.
Actualmente aún no se sabe con total certeza cuál es el origen o causa de ésta patología. También, se debe a que hay una gran amplitud de síntomas y dificultades, que no siempre se repiten en las personas que la sufren. Ya sabemos que cada niño es un mundo y en estos casos lo son aún más, ya que ningún niño que esté diagnosticado de TEA tiene los mismos síntomas que otro.
a. No saben cómo relacionarse con los demás, como por ejemplo como presentar o introducirse en una conversación con otra persona.
b. Interpretan del lenguaje de manera literal, no entienden las formas abstractas como las bromas, sarcasmos o ironías.
c. Dificultades al interpretar el lenguaje corporal de las demás personas, el lenguaje emocional, y aún menos al expresarlo. Por ejemplo, algunos no saben mostrar el cariño a sus padres, no abrazan o tocan o dicen te quiero .
d. Dificultades para integrar y ejecutar las normas sociales, como por ejemplo, esperar en una fila del supermercado o parque de atracciones .
e. Algunos niños no llegan a hablar nunca, otros dirán algunas palabras o frases sueltas y algunos hablarán fluido pero con un lenguaje más rígido.
a. Acostumbran a tener ideas o actúan de forma repetitiva cuando juegan o realizan tareas de casa, por ejemplo: jugar con coches y ponerlos siempre en fila, o tener una rutina estricta y ordenada.
b. Necesidad de que se les anticipe las acciones que vendrán a continuación para poder tener este control del día a día.
c. Suelen tener intereses muy restringidos y obsesivos, donde solo se les puede llamar la atención a través de esos intereses.
a. Hipersensibilidad elevada con los diferentes estímulos sensorial, pueden ser visual, olfativa, táctil y propioceptiva. Como por ejemplo, no toleran el ruido de los coches o fuertes.
Es importante conocer bien al niño o niña, con todas sus dificultades y sus virtudes para así poder realizar una intervención más personalizada, individual y específica.
1. Le resulta complicado entender las bromas o ironías de los demás
2. Acostumbra a no mirarme a los ojos cuando le hablo
3. Parece que no me entiende cuando le hablo
4. Hace unos movimientos repetitivos con el cuerpo, manos, pies o brazos cuando está enfadado o alegre
5. No sabe cómo hablar con los niños de su edad, no tiene amigos
6. En el colegio dicen los profesores que juega solo y no se interesa por los demás niños